El otro día me quedé flipando cuando me enteré de lo que le pasó a mi cuñada por buena que es.
Resulta que la muchacha se va a comprar a la frutería y al salir se encuentra con una indigente sentada en el suelo por lo que mi cuñada decide darle un par de manzanas de las que había comprado.
La cosa fue más o menos así: Le entrega las dos manzanas a la mujer y acto seguido ésta se levanta, se las tira a recaño y le dice textualmente: “Eres una desgraciada, yo tengo más dinero que tú, métete las manzanas donde te quepan”
Acto seguido, mi cuñada después del shock de 0.5 segundos le grita: “¡VETE A TOMAR POR EL CULO!”
Aún me estoy haciendo cruces porque no sé cómo habría reaccionado yo. Desde luego, supongo que la mujer tendría un mal día o no estaba muy fina de la cabeza porque no se entiende…
Ojalá todo el mundo tuviese la voluntad de ayudar a los demás, pero cuando pasan cosas así, ya te piensas un poco más lo que vas a hacer antes de hacerlo. Un buen acto no puede acabar en insulto. ¡Es que es muy fuerte!
Esto me recuerda a una vez en el Metro, tenía el dinero justo para el billete (lo prometo), y en esto que se me acerca una chica con pinta de hacer deporte (por las pintas que llevaba, chándal de táctel…) y me dice : “Perdona cariño, me dejas 50 cent. que me he quedado tirada aquí y necesito llegar a Gerona” (todo esto con esa voz que no es nada sospechosa y te hace pensar que los estupefacientes no han profanado su organismo….ejem.)
Le dije que lo sentía pero que llevaba el dinero justo para el metro, que no la podía ayudar. Pues acto seguido pasó del cariño a lo siguiente: “Hijadelagranputisima (asi tal cual todo junto) asi te mueras y revientes so zorra” y una laaaaaaaarga lista de calificativos de lo más cariñoso, esto mientras yo echaba toda mi calderilla a la máquina para sacar mi billete.
Cuando subí al Metro, casi me cobran doble billete por toda la mierda que me había echado encima aquella “Eva Nasarre” del transporte metropolitano. Hasta me hizo sentir mal…..qué japuta.
Esto me lleva a reflexionar, y como siempre soy compasiva al máximo, no creo que todo el que pida sea para droga o alcohol. También creo en la gente que pide para llevarse algo a la boca y entiendo que su situación debe ser de lo más complicado, pero como no todo el mundo es como yo, me da un poco de pena pensar que hay gente que mete a todos los indigentes en el mismo saco y pensando en que son drogadictos o algo así no los ayudan para calmar sus conciencias…yo que sé, qué tristeza hijos míos.
Yo no sé porque todo el mundo me da pena. Los gatos y los perros abandonados me dan pena, hasta los pájaros que tienen dueño me dan pena por estar encerrados en jaulas y los peces por estar encerrados en peceras….es que todo me da pena.
Asi que la moraleja es: “Ayuda si te es posible y si recibes una mala contestación, no metas a todo el mundo en el mismo saco. Ya sabes lo que dicen, hijos de puta los hay en todas partes”